28 de octubre de 2010

Capítulo 20: Despertar y querer morir

La luz entraba por la gran ventana, sintiendo el cansancio todavía en mi cuerpo. Estaba toda enredada en las sábanas, a un costado de la cama, totalmente abrazada a mi almohadón. Lentamente, entre bostezos, me senté en la cama, cubriendo mis senos con el acolchado ya que la mañana parecía estar fresca.
- Mmm...- miré a mi costado y Joe no estaba allí. me extrañó...- ¿Joe? ¡Joseph!...- Poco a poco, me paré y tomé mi ropa del suelo. Mientras me cambiaba, estaba pensando en lo de anoche... Veía esas sábanas que habían sido testigos de nuestro amor, de nuestro desenfreno...
Ese recuerdo me traía tanta alegría, sensaciones tan intensas que el cuerpo me temblaba con sólo sentir el aroma de Joseph en el cuarto...
Parecía estar volando de lo tan enamorada que estaba... Decidí sólo ponerme la camiseta y mi ropa interior, esperando a Joe ya que no sabía dónde estaba.
// Lo extraño... ¿Dónde se habrá ido? Hace una hora estba acostado aquí conmigo y ahora ni existe, sólo su lugar todo desarreglado y vacío...//
Me acosté tranquila en su enorme cama, hundida en sus miles de almohadones blancos, sus acolchados suaves y abrigados, sintiendo como otra vez me ganaba el sueño o el simple hecho de estar cómoda en su cama. Mis ojos se cerraron lentamente, cayendo en un sueño profundo y tranquilo.

Ella estaba allí, acostada en mi cama, como quisiera que sea siempre... Era una pena tener que perderla de esa manera... La amaba demasiado para perderla así.
Me había despertado temprano, decidiendo que quería hacerle un rico desayuno y comprarle unas lindas flores. Llegué y todavía dormía plácidamente, como todo un ángel muy bello. La miraba y sólo podía suspirar...
- Piensa que ayer fuiste mía... Que nosotros nos hemos demostrado lo tanto que nos amamos y nos necesitamos, como tus caricias me llenaron de pasión, amor, cariño, convirtiendo esa noche en la mejor... Lo que más extrañaré, será dormir contigo en mis brazos, sintiendo como respiras cn tranquilidad, como tus rojos labios se mueven y tu cabello se acomoda en mi hombro entre suéños... Por dios, eres mi vida...-

Era hora de despertarla, ya eran las diez de la mañana y había que pasar el mayor tiempo posible juntos. Venía con una bandeja llena de cosas deliciosas para ella y con unos jazmines blancos y perfumados como a ella le gustaban. Me senté a su lado, viendo como dormía tan bien, coo sonreía entre suspiros... Estaba derritiéndome de amor...
- Amor...- susurré en su oído mientras besaba su cuello con dulzura. Ella se movió un poco y atinó, todavía dormida, a abrazarme...
- Quédate conmigo...- dijo dormida, haciéndome reír.
- Si, amor... Pero hay que levantarse...-
- Naah...- se acomodó mucho más en mi pecho.
Acaricié su bucleado cabello. Seguía besándola por todo el cuerpo...
Ella seguía sonriendo... Lentamente vi como abrió sus tiernos ojos y al verme a su lado, hizo una mueca de tranquilidad.- Buenos días, Joesito...- me miró con sus ojos brillantes.
- Hola, amor...- besé su boca.
- ¿Dónde te habías ido hoy más temprano?...- se estiró y bostezó.
- Fui a comprarte un regalo, amor...- ella me miró extrañada y se sentó junto a mí, volviendo a abrazarme.
- ¿Qué regalo?- dijo muy intrigada...
Giré mi cuerpo hacia la mesa de luz y tomé el ramo de flores.
-... Éste...- se lo di junto con un beso.
Ella se emocionó y me volvió a besar con gran pasión...
- Gracias, mi vida...- me besó muy enamorada.


Después de ir a ver a Andrea, sentía que estaba haciendo las cosas muy mal.
{¿Qué estoy haciendo? Me siento tan... vacío... Andrea es sólo una aventura... }
No entendía por qué no le había dicho la verdad a Paula. Yo la amaba a ella y a nadie más en mi vida... Sentía que la necesitaba, pero ella no parecía sentir lo mismo, al contrario, la veía indiferente con el tema.
- Tengo que llamarla... Ya no puedo más...- tomé mi celular y después de respirar lo más profundo que podía, marqué tembloroso su número.
- Paula...- dije ni bien escuché que levantaron el tubo...
- ¿Nicholas?... Hol...- antes de que hable, la invité a salir.
- Podemos vernos ¿No?- estaba nervioso.
- ¿Ahora?...-
- Si... Sería genial... Voy para tu casa...-
- Bueno... Nos vemos pronto...- dijo tranquila, a comparación de mí.
Tomé mi auto y cuando menos lo esperé, había llegado a su casa. Fui corriendo hacia la puerta y toqué su puerta como un loco... Ya no daba más, mis sentimientos estaban por estallar...
Ella la abrió y me miró extrañada:- ¿Por qué tocas así?-

Lo vi en mi puerta, todo agitado, nervioso, casi sin poder respirar, no entendía por qué.
Me miraba muy fijo.
- Sólo quiero preguntarte algo...- dijo Nick muy agitado...


¿Qué le dirá Nick?¿Cómo reaccionará Paula?
Se acerca el retorno de Victoria... ¿Cómo será su despedida?
Sigan leyendo y comenten mucho ;D


Vicky♥

26 de octubre de 2010

Capítulo 19: Momento del adiós...





En verdad, sentía que había sido en vano haber vuelto, cada vez me dolía más despedirme definitivamente de él... Ya era tarde para lamentarse, ahora sólo podía escuchar lo que quería, por lo que me estaba reteniendo, lastimando de a poco, queriendo nunca irme.
- Por favor, dime.- me encontraba atrapada en sus brazos, muy próximo a mí, casi pareciendo que me quería besar, estando aferrada como si no lo quisiera soltar.
// Házlo más fácil para los dos... termina con esto, Joseph. Ya no puedo...//
- Amor... Quiero pasar una última noche contigo...- su cuerpo se pegó mucho más al mío, sintiendo como sus manos me acariciaban por debajo de la camiseta... Quedé totalmente inmóvil, sintiendo lo tierno que me me empezaba a mirar, buscando mi aceptación... Quería...¿Quién no? Pero me ataría más a él, no me querría ir, me costaría irme con ese último recuerdo...
Suspiré mirándolo con mucho amor, pero no podía... No quería tampoco lastimarlo más a él.
- Joe...- le dije buscando su comprensión y entendimiento.- No sé si estaría bien quedarme.-
Bajó la mirada, sus caricias fueron bajando de intensidad, siendo por arriba de mi ropa...
- Perdón... No quise incomodarte...- de a poco me fue soltando hasta quedar a una distancia corta pero alejada de mí.
// Me duele hacerle eso, hacerme esto...//
- Pero...- subí su mirada hastqa que se encontró con la mía.- Quiero quedarme contigo.- le dibujé una gran sonrisa, viendo como lo había alentado.
- ¿Es en serio?- dijo con sus ojos abiertos de par en par. Joe atinó a abrazarme.- Quiero que te sientas como en tu casa...- me tomó de su mano y entramos otra vez a su casa. Íbamos pasando la entrada y él andaba a los besos y abrazos.
Nos sentamos juntos en el sillón, hablando los dos acostados y muy abrazados, entre sonrisas y palabras bonitas, besos, miradas... Siempre había sido todo un caballero, haciéndome de comer, abrazándome, diciéndome todo lo que me amaba... Estaba que volaba por los cielos, me sentía felíz junto a él aunque el recuerdo de que eso se acabaría me devastaba.


Ya eran las diez de la noche, estábamos hablando sobre los recuerdos que teníamos en el colegio, recetas, deportes... Íbamos cambiando de tema muy seguidamente... Yo tenía muy claro que ella se iría en horas de mi lado y eso me rompía el corazón. Me sentía tan cómodo así con ella, con sus chistes y expresiones, sus caricias y golpes cada vez que decía un chiste que la ofende, esa risa contagiosa que hacía temblar la sala, ese amor que tenía por todo lo que le importa... No podía creer que había encontrado a la mujer de mi vida y ahora se marcharía tan lejos de mí.
- Siempre desaparece Alice... ¿Por qué será?-
- No sé. Ella, el otro día, me llamó...- acariciaba su pelo mientras su cabeza estaba en mi pecho. Se sentó rápidamente.
- ¿Hablaste con ella? No la encuentro hace días...-
- No me dijo nada... Sólo quería saber cómo estaba...Es raro que me llame a mi y no a ti.-
- Puede ser...- volvió a acostarse encima mío. Puse mis manos  sobre su abdomen, acariciándola con dulzura.


// ¿Por qué Alice lo llamaría a él? Eso es raro...//
- Lo estamos haciendo muy difícil ¿Sabes?- giré y quedó mi pecho junto al de él, mirándolo desde cerca, poniendo mis manos en su rostro entre caricias.
- No soy el único que lo hace difícil...- puso sus manos sobre las mías que lo acariciaban. Sus ojos se estaban abrillantando, quedando con sus ojos fijos a los míos.
- Si me sigues mirando así, si que la empeorarás más...- se nos dibujó simultáneamente una sonrisa, de esas tan sinceras, tan dulces, esas embobadamente enamoradas... Se acercó unos milímetros, levantando su cabeza del sillón y me besó con suavidad.
- Ya es tarde, amor...- le dije entre besos. Lentamente, la casa se alumbró con un gran relámpago que entró desde el ventanal, viendo como algunas gotas caían sobre el vidrio...
- ¿Estás cansada...?- me acarició el rostro con cariño. Asentí con una sonrisa.- Bueno... Vayamos arriba.-
Me tomó de la mano y subimos las escaleras.
Estábamos en un pasillo bastante grande, con muhcas puertas y ventanas. Casi en el fondo, él me abrió y me dejó pasar primero.
- ¡Bienvenida a mi cuarto!-

Su cuarto era tan bello, espacioso y muy acogedor. Me encantaba todo, aunque parecía ser muy solitario para una sola persona.
- Es muy lindo...- miré alrededor muerta de asombro.
- Qué suerte que te gusta... Es muy cómodo, es el mejor cuarto de la casa...- Se aproximó un poco más, abrazando mi cintura con fuerza, haciéndome temblar con sus caricias, otra vez bajo mi ropa.
Sin pensar, no pude otra cosa que caer en sus brazos y empezarlo a besar. Cada vez eran más intensos esos labios, que parecían estar encendidos fuego mezclado con ternura y suavidad. De a poco, mientras me hablaba al oído, me recostó en su cama.
- Sabes cómo te amo...- dijo dulcemente. No quise decirle nada, sólo lo quería conmigo, como pasó en el campo, queriendo saber todo lo que en verdad me amaba. Deseaba ser suya siempre, ser dueña de sus besos, de sus ojos, de todo él...

Su cuerpo era fatal, pero yo no me encontraba así con ella por eso, allí había un sentimiento como nunca lo había habido, caricias sinceras, besos apasionados, palabras ahogadas en nuestros labios, su cabello enredado en mis dedos, como su piel de a poco se volvía a encontrar con la mía... Todo era perfecto, esperando que sea infinito, que nunca haya un mañana... Un mañana triste como el que se acercaba.

Sus labios me recorrían por toda la piel, dejando marcas en mi interior llena de pasión y deseo, lleno de gemidos de placer y amor, queriendo que ese momento sea el mejor de todos, que otros, pero sin nunca sacarle importancia a nuestro primer encuentro y a este... el último...
Nuestros cuerpos rozaban con prisa por momentos, en otros eran tiernos, delicados, románticos, los besos eran interminables, encuentros inundados de frenesí y gloria... Él recorrió su boca desde la mía, bajando por mi cuello, deslizándose por mis pechos, marcando un camino de besos hasta mi abdomen, concentrándose allí.

Ella se reía un poco con mis besos en su estómago.
- Me haces cosquillas...- su risa era perfecta y dulce.- Me siento embarazada con ese trato, con esos besos allí...- se seguía riendo.
- Eso me gustaría...- Victoria me miró en shock.-
-¿Eh?...¿Cómo? ¿Un hijo?...-
- ¿No quieres un mini- Joe?- subí y besé su boca entre sonrisas.

// Un niño... No, no, no y no...//
- Joe...- lo miré seria, sentándome de a poco. Era un tema complicado.
- Sería lindo ser padres...- parecía ilusionado.
- Pero...- dije dudosa.- ¿Me lo estás proponiendo o es sólo una broma?-
- Tómatelo como prefieras.- besó mi hombro. Quedé paralizada.
- Como una broma está bien. Somos muy jóvenes para tener hijos. Es mucha responsabilidad ¿No?-
- Puede ser, pero sería genial, la persona que más amo, un hijo tuyo...- No me estaba asustando, estaba aterrada. Él estaba con esa idea fija en la mente.
- Perdón, Joe... Somos muy jóvenes...-
Me miró apenado:- Bueno...No tengamos hijos....- dijo algo molesto.- Casémosnos...-

NOOOOOOOOOOOOOOOOO! Bueno sigan leyendo y COMENTEN MUUUCHO! ;)

Me gustaría encontrar más comentarios.... Además pásenlo a las chicas que les pueda llegar a interesar, amigas, otras Jonáticas...

Vicky♥

23 de octubre de 2010

Capítulo 18: La explicación y decisión más difícil




~ ¡No puedes irte tan pronto! ~

En el rostro de Joseph se encontraba la desilución más grande que podría haber visto, estaba desganado, me miraba dolido...
¿Qué podía hacer? Quedarme no era una alternativa, ya que tenía que volver a estudiar, a trabajar, a estar con mi madre. Ella, ayer me ha llamado, diciéndome que no está bien de salud, que está esperando algunos exámenes... Necesitaba estar con ella.
- Te juro que te creo lo del incidente con tu ex-novia, estamos bien... Pero igual debo irme.- acaricié el hombro de Joe, no podía verlo así, sentado a mi lado con tanta tristeza.
- No te entiendo, ¿Te vas pero no es por mí? ¿Por qué amor?- sus ojos húmedos y su voz gastada, me perjudicaban en habla, haciendo que mi llanto no cese, que no pueda decir nada... Lo miré...
- Vicky... Cuéntame...-

Estaba todavía muy congestionada, estaba sola en mi cuarto viendo mis mensajes desde mi celular... Eran todos de Joe, desesperándome, sin poder aguantar el llanto... Pero unos de esos, eran de mi madre, llamándola rápidamente. Ella sonaba preocupada.
- Mami...- le dije al escuchar que habían levantado el teléfono.
- Vicky... Mi niña linda.- ella parecía estar contenta por mi llamada.- ¿Por qué tenías el celular apagado?-
Suspiré tratando de no volver a llorar:- Larga historia. Luego te cuento... Te llamaba porque escuché tu mensaje y me preocupé.- Mi madre quedó callada.
-¿Mami?-
- Aquí estoy... Mira hija, no estoy bien de salud... Creen que puede ser de vuelta el tumor que tenía en el pulmón...- estaba desganada, poniéndome peor que antes. Mi mamá estaba sufriendo y yo andaba de viaje.
No pude contenerme y empecé a llorar...
- Hija, tranquila... Estoy bien... Igual nos vemos pronto, vienes en unas semanas ¿no?- Con ese comentario, decidí fijarme en mi computadora qué día era hoy... Me faltaban diez días para irme, ay que me había tomado vacaciones hasta esa fecha...
// Oh, no... Como se me pasó el tiempo...//
- Tengo que volver en diez días...- le comuniqué a mi mamá algo perturbada. No me quería ir...
- Bueno, hija... Debo irme, te quiero...- me mandó un beso y me cortó.
Ya empezaban mis clases de Diseño y ya me había inscripto, tenía que volver al trabajo, debía cuidar a mi madre... Mi cabeza estaba que explotaba...


Ella me explicó por qué se tenía que ir, teniendo que entender aunque no quiera...
- Todavía no caigo que te vas en una semana...-

Los ojos de Joe se seguían apagando aún más, viendo perderse la chispa constante de alegría y dulzura que siempre llevaba consigo.
- Creí siempre que te quedabas permanentemente...-
- No puedo, Joe...-
-  Pienso que no te afecta tanto irte así, tan de la nada...-se distanció un poco, eso me dolía mucho.
- Claro que me afecta... No sabes lo que daría por nunca irme, de tener siempre cerca a Pau, a Maia, a Alice, aunque ella desapareció... A... A ti...- titubeé al decir que lo extrañaría, volviendo a sentir una tristeza profunda en el pecho.
- Entiendes...- una lágrima corría sobre mi mejilla, él me miraba con comprensión.- Paula es la hermana que nunca tuve... Maia... es la loca más linda de todas... Mi mejor amiga junto a Alice...-
~No me nombró...~ Joe parecía decepcionado...
- No aparezco en el listado...-
Lo miré con una sonrisa entre lágrimas. Él sólo me abrazó con mi gesto.
- ¿Significa que es definitivo?- estaba incesantemente preguntando lo mismo... Lo pensé un rato.
- Si... No puedo hacer otra cosa... Sólo irme...- acaricié el rostro de Joseph, con mis ojos llenos de lágrimas emocionadas.
- Sabes... Me olvidé a quién voy a extrañar más...-
Joe ábrió sus ojos con asombro.- ¿A quién?- sonrió esperando que diga su nombre...
- A Joseph...- compartimos risas, viendo como volvían a brillar sus ojos.- Es en serio... Sus abrazos prolongados, su sonrisa brillante y traviesa, la forma en que me hace bromas muy tontas pero me río igual, cuando me acuerdo que soy sólo de él, sus comidas con tanta dedicación... ¿Sigo o te aburre?- volví a ver su amplia sonrisa, viendo que esta vez, lloraba de emoción... También me emocionaba al recordar tantos momentos con él.-... Cuando uso su pecho de almohada mientras escucho sus latidos, cuando calienta mis pies con los suyos, su voz tan tierna y divertida, sus llamadas, sus lágrimas...- sequé una de ellas con una sonrisa, mirándolo a los ojos con ternura.-... Sus "te amo", los apodos hermosos que me pone, sus manos en las mías.- él tomó mis manos y besó mi mejilla.-... Sus labios tan suaves y con mucho amor... Voy a extrañarte más que a todo...-
Un silencio emocionante se cruzó en el gran ambiente de la sala, sólo existían nuestras llorosas miradas, que se encontraban, que decían más que toda palabra...
- Yo también voy a extrañar a Vicky...- me abrazó como nunca lo había hecho, con fuerza, parecía que no me iba a soltar.- Te amo...- escuché dulcemente en mi oído, cerrando mis ojos, queriendo disfrutar de esas palabras, que alguna vez me lastimaban y que esta vez, eran las más sinceras y bonitas del mundo.
- Te amaré siempre...- apoyé mi cabeza en su hombro.
Él me tomó del cuello y me sorprendió con un beso...  

Cuando llegó el momento de despedirnos, ya que habíamos decidido no vernos estos días, el clima cambió totalmente....
Iba a ser más duro de lo que pensábamos...
- ¿Este es un adiós?- me preguntó triste.
- Espero que no... Será un "nos vemos pronto..."- me emocioné de nuevo...
- ¿Me lo prometes?- tomó mi cara y besó suavemente mis labios.
- Tampoco quiero mentirte... Pero quiero que sepas que fuiste y serás lo mejor que me pasó en la vida...- esta vez, era yo la que lo besaba...
- Es una promesa...- me apoyó contra la pared y me besó con mucha pasión. No quería dejar de besarlo...
Pero había llegado el momento de despedirse.
Nos saludamos algo tristes...

Ella se estaba yendo por las rejas, con su caminar tranquilo, mirando cada unos pasos hacia mi y sonriéndome con sus ojos cristalizados.
~No puedo dejarla ir... No puedo...~

- ¡Espera!- escuché gritar en mis espaldas... Me volteé y me acerqué a Joe.
-¿Qué pasa Joe?- lo miré algo en llanto, tratando de sostener una sonrisa.
- ¿Puedo pedirte algo más antes de que te vayas?- tomó mi cintura, rozando su cuerpo con el mío.
Asentí hipnotizada y fija a sus ojos...


Bueno... Lo terminé al fin.... no lo terminé, este cap sigue pero soy mala y lo corto aquí...xD
Como lo prometí, este capítulo va dedicado a una de las personas que más me apoya con esto que es tan importante para  mí, que me hace reír y que la quiero mucho aunque la distancia sea tan grande....

Para Natalia Gil Arcila♥( Mi amiga del alma por MSN)

Vicky♥

20 de octubre de 2010

Capítulo 17: Hay otras circunstancias que nos separan

No pudieron dormir ninguno de los dos después de tan hermoso encuentro que había terminado en tragedia... Parecía que sus vidas, su destino no querían que se cruzaran... Victoria, por un lado, estaba muy enojada con Joseph ya que cree que la estaba usando, rompiéndole su enmendado corazón que estaba profundamente enamorado de él... Joseph se encuentra triste. Él no puede creer lo que pasó, cómo Amelia lo había besado y había arruinado su relación con su novia. Sólo quería romper todo a su alcance, lleno de furia contra Lia, la responsable de tan impactante problema, el veneno que estaba matando poco a poco su noviazgo...
- ¿Por qué me tiene que pasar esto?- estaba hablando solo como todo un loco, acostado en mi cama mientras miraba el techo.
Todavía estaba muy herido, sin poder dejar de pensar en ella...
~ Debes esatr mal... Y todo por mi culpa... QUiero llamarte...¡Voy a llamarte!~
Estaba decidido en llamarla y tratar de calmarla o poder escuchar su voz...
Su celular estaba apagado, dejándolo casi veinte mensajes... Estaba que me moría por escucharla...
- ¡Atiende, por favor!-

//... Quiero morirme... Ya no aguanto más...//
Me había despertado, después de haber sormido sólo dos míseras horas... Mis ojos estaban hinchados de tanto llorar, mi voz la había perdido en gritos, me sentía débil, muy sola...

Ya había pasado una seman del conflicto y estábamos peor... Nos habíamos visto hace unos días...

En el encuentro:

- No, no quiero dejarte...- Joe no dejaba de gritarme eso, pero yo ya lo había decidido, ya era muy tarde, no podíamos seguir...- Entiéndeme. yo nunca te hice nada, eres solamente tú mi novia...- me tomó en sus brazos, aproximado sus labios a los míos, hablándome tan cerca que sentía su respiraación en mi cara. El cuerpo me pedía otras cosas, pero mi cabeza estaba decidida en lo dicho...
- Ya te lo dije... Terminamos aquí...- me di vuelta, llorando como una condenada... Sin poder creer lo que había hecho, pero no podía más...
- No... Amor mío... No te vayas...- decía tratando de detenerme...
- Adiós, Joe...- me largué a llorar más fuerte, ya que vi los ojos de Joe, esos que me hacían felíz, me hacía sentir enamorada, ahora me daba tristeza... Él también sollozaba, diciéndome tantas cosas, tratando de evadir mis palabras... Él no quería dejarme, pero debía entender que nos íbamos a lastimar más... Pero esta vez, no era problema lo de Lia... Había otra complicación que me hacía tener que tomar esa medida, para mí, injusta... Pero era la realidad...
- Dime que no me amas...- gritó a mis espaldas. Quedé totalmente paralizada, parada en medio de la calle... No podía decirle nada, sino me convencería de volver...
Mis ojos no podían voltear a verlo...
- No Joe...- dije con mi voz temblorosa, nerviosa de loq ue diga...
Escuché como él corrió hacia mí, poniéndose enfrente mío, mirándome fijamente... Bajé mi mirada...
- No puedes verme... Me amas... tú no me puedes mentir...- tomó mi barbilla y nuestras miradas se encotraron.- No lo hagas difícil....Nos queremos y tenemos que aceptarlo...- tomó mi rostro , en donde no paraban de recorrer lágrimas, acercándolo a su boca. No quería apartarlo, yo lo amaba, quería estar con él...
Él rozo suavemente sus labios en los míos,,,:- Si no me detuviste a esta instancia, si me amos...- Cuando escuché eso, me aparté de él...
- ¡No entiendes que sí TE AMO! No es ese el problema, Joe...- ya estaba cansada de eso, no podía mentirle así...
- ¿Y cuál es el problema?...-
Volví a quedar callada, sin saber cómo decíselo. tomé aire y tomé fuerza:
- No podemos porque... Es que me vuelvo a mi país...-
~Nooooo, no puedes irte... ¿Cómo?~ Al escucharme decir eso, él quedó perplejo, mientras sus ojos se humedecían. No hubo más palabras. Joseph sólo atinó a abrazarme fuertemente...

No podía creer que ella se iba... Se volvía a su país, muy lejos de aquí...
Ese día, ella decidió terminar todo por el bien de los dos, pero eso nos dolía más que todo lo sucedido antes, proque en verdad, nos seguíamos amando igaul que siempre...
-¿Pero cuándo te vas?...
- Me voy en una semna...-


Hasta acá lo hago, ya no tengo mucho tiempo.... Lo haré en dos partes...

Comenten y sigan leyendo...

Vicky♥

19 de octubre de 2010

Capítulo 16: Qué le pasa...

Estábamos en el auto, pero era todo un silencio, él sólo manejaba con su vista al frente, bastante frío, callado, parecía sin ánimos...
- Amor...- le dije bajito, posando mi mano en su pierna, acariciándola con delicadeza.
Joe me miró y dibujó una sonrisa, que no parecía muy convincente...- Si, linda...- volvió a mirar para adelante...
No sabía qué pensar... ¿Estaría arrepentido? ¿Le habrá molestado la broma?...
// Soy una tonta... No puedo ver que me trates tan indiferente...//
- Salimos mañana ¿no?...- le pregunté, haciendo que él me mire.
- Bueno...- estaba cortante.
Me estaba cansando, quería saber lo que pasaba. Tomé valor y pregunté.
- Joseph...-
~¿Dijo mi nombre completo? Algo me va a decir...~
Volvió a fijar sus ojos en mí, ya que habíamos parado en un semáforo.- Victoria...- él sonrió.
- ¿Pasa algo?¿Te molestó algo?...


No entendía por qué esa pregunta...- ¿Qué?... ¿Por qué debería estar molesto?- le tomé la mano y vi que estaba con una cara de preocupación muy vistosa.
- Es que... Es que estás distante, no me hablas, ni reaccionas casi...- empezó a mirar la ventana, parecía desconcertada, pero el llamado de Amelia me había estresado mucho, no queriendo agarrarme de ella por una estúpida que me seguía molestando y amenazando.
- Linda, sólo estoy pensante y algo cansado...- Ella asintió con comprensión y yo seguí manejando.
Victoria tenía sus ojos algo caídos, cansados, algunos bostezos me contagiaba... Estaba tiritando de frío, tomando mi chaqueta y poniéndosela encima del cuerpo.
- Gracias, Joe...- se acomodó apoyada en la ventanilla, parecía que se dormía.- ¿Cuánto falta?-
Estábamos cerca de mi casa, todavía faltaban tres kilómetros para el barrio de Pau...- ¿Tienes mucho sueño?- acaricié su cabeza con una mano. Ella volvió a bostezar. Me miró adormilada y asintió.
En eso, tuve una idea:- Linda...- la llamé sonriente.
- Que pasa... ¿Llegamos?- dijo estirándose.
- No, linda... Pero te invito a mi casa...- le dije dulcemente.
- A tu casa... Mmm...- quedó pensando.
Quería que esté conmigo un tiempo más, tenía algunos cuartos vacíos si ella quería dormir sola y estaba más cerca que su casa.
- Acepta, por favor... Será lindo...- 
// Podría... Quiero estar con él...//
- Bueno... Sólo porque estoy cansada de viajar tanto...- volvió a cerrar sus ojos y se acurrucó en mi hombro, suspirando... La abracé con unos de mis brazos libres, mientras manejaba con la otra mano.


- ¿Amorcito? Llegamos...- escuché que alguien susurraba en mi oído, haciéndome despertar lentamente...
Empecé a vislumbrar y era Joe que me llamaba...
- Ya llegamos, niña...- me desperté y le sonreí. Joseph me dio su mano, ayudándome a salir...


Había dejado la camioneta en frente de la casa. Me di vuelta de la mano de Vicky y encontré a alguien esperándome en las rejas.
- ¡¡¡Mi amor!!!- gritó Lia, abrazándome bruscamente, yo no sabía cómo reaccionar.


//¿Qué?¿Qué?¿Qué? No entiendo nada...//


Me alejé al ver que la muchacha acechó a Joseph... Quedé perturbada, mirando cómo lo abrazaba...
- Amor, te extrañe tanto... ¿Por qué no me llamas? Sabes, todavía eres mío...- al escuchar todo eso, mi cabeza se empezó a desequilibrar, sintiendo como el mundo y la confianza de Joe se caía ante mis ojos. De mis ojos, empezaron a brotar millones de lágrimas, incesantes, dolorosas...
- ¿Joseph?- dije muy bajo, con la voz temblorosa, mientras que Joe me miraba shockeado. Él la empujó a la chica de encima suyo. Yo decidí retirarme lejos...
// Me creía que eras diferente... te abrí mi corazón, te entregué todo y me tengo que enterar de esto...Era demasiado bueno para ser verdad... Siempre igual...//
- Victoria...- gritó a a mis espaldas, parando mi marcha, tomando un gran respiro y volteando en llanto.
Se estaba acercando hacia mi, pero en medio del camino, esa chica lo agarró del brazo y se acercó a su boca...
// Nooooooooooooooooooooooooooooooooooo...//


La estúpida de Lia me tenía acorralado:
- Cómo te amo... Me extrañaste ¿No?- ¡ESTABA LOCA!
No sabía qué hacer, la estaba sufriendo... Ella me había sorprendido con su aparición, hasta que mi corazón se rompió al ver a Victoria marcharse... Le grité, alejándome de Amelia... Ella volteó llorando, decidí acercarme... Amelia, al ver que me escapaba de ella, me tomó del brazo y me besó sorpresivamente... Quedé inmóvil...
~¿Qué hace? AHHHHHHHHHHHHHHHH NOOOO~
- ¡Para esto me llamas!- gritó muy molesta Victoria, mientras sus lágrimas no cesaban y Lia seguía besándome. Volví a empujarla, casi tirándola al césped y corrí a Victoria que se estaba por subir a un taxi que estaba pidiendo...
- No te vayas...- le gritaba, ella no reaccionaba...
llegué a su lado. Tomé su mano para detener su huída. Ella respiró profundamente exhausta, pálida, deconcertada. Me fijó la mirada y con eso dijo todo. Tuve que soltarla...
- Es mi ex-novia, amor...- le dije, ahora llorando yo.


Me dijo que era su ex, pero ¿Debía creerle?¿Qué debía hacer? No estaba lista y ya no sabía qué pensar al respecto... Sólo me sentía usada como con Dylan... Pero esta vez, me dolía más... Estaba enamorada, muy enamorada...
- Déjame irme, Joseph...- no quería escucharlo, ya que me mentiría de alguna forma o me diría algo para calmarme y no la verdad de las cosas.
- No hasta que me escuches...- me tomó una vez más del brazo, nervioso, mientras veía que estaba llorando.
- No...- dije muy seria y cansada de eso.
- Créeme... No soy nada de ella. Soy tuyo ¿No te acuerdas?- eso me hizo llorar desconsoladamente.- Hoy fue el mejor día de mi vida ¿Por qué? Porque estoy enamorado de tí, quiero estar contigo siempre, te amé como nadie en el mundo, te necesito para vivir...-
Quedé muda al escuchar eso, viendo como estaba de desesperado...
- No lo sé. Joe...- Sólo pude parar un taxi e irme... No sabía si creerle, pero era mucho y necesitaba pensar...


Estaba destruído. Después de que me dejara Victoria así, me encontraba con insomnio, mirando la televisión, llorando por cualquier cosa...
~Cómo me pudo pasar esto... Te amo...Te necesito aquí...Necesito decirte que no la amo a Lia, que sólo existo para ti...~
En eso, suena mi celular.


Llegué a casa, encontrando a Paula en la cocina. Corrí gritando su nombre, llorando desconsoladamente hasta abazarla...
- ¿Qué pasa, Victoria?- ella se preocupó mucho.
No podía ni hablar, sólo lloraba a gritos. Paula me sentó en la mesa de la cocina y me dio un vaso de agua...
Le conté TODO... Lo bueno y lo malo...
Ella estaba felíz por mí... Pero no entendía lo de hace minutos...
- ¿Cómo?¿Sigue con ella?- me preguntó confundida...
- Si... Se besaron adelante de mis narices...- secaba mis lágrimas, pero eran interminables.
- No puede ser... Pero Joe ya no salía con ella...-
//... ¿Era verdad?... No puedo dejar de dudar...//
- ¿Salía? En pasado...-
Paula asintió confiada:- Ella lo engañó y él terminó con ella una semana antes de que lo conocieras.- fue hasta la mesada y me trajo unas galletas.
Quedé pensante...
//¿Le tendré que creer?//


Atendí... Era Alice...No la veía hace mucho... Ella me escuchó mal.
- Joe...¿Estás llorando?- se dio cuenta enseguida.
Respiré hondo:- Si... Hola Aly...- estaba desganado.
- ¿Puedo saber por qué?...- estaba interesada, era una buena amiga.
- No sé si sabes, pero estoy de novio con tu amiga...O estaba...- le conté. No se escuchó nada, sólo un silencio muy frío.
* ¡Ah no!¡Cómo me pudieron hacer eso!*
- ¿Aly?- no me contestaba...
- Si... Perdón... Me dispersé...- estaba muy triste, pero aunque sea mi amiga, él tenía que ser mío...- Pero ¿Qué les pasó?- quería saber lo sucedido.
- Apareció Lia y lo arruinó todo... Me besó en frente de ella y no me creyó que era mi ex...- suspiré triste...
~Después de todo lo que pasamos en este día, de los besos que te regalé, las caricias que sellé en tu piel, de las sonrisas que me regalaste, tu alma junto a la mía... ¿Cómo puede pasar esto? Creíamos que éramos invencibles y ahora nos encontramos separados, tristes, apenados de lo pasado...~

- Bueno, Joe... Tranquilo... Todo va a salir bien...- traté de que mejore.- ¿Quieres que nos veamos?- Aproveché el momento aunque era muy malvado...
- No... Quiero estar solo...-
*¡Maldita! Ya serás mío*


NOOOOOOOOOOOO..... Bueno, otra vez seré mala... Sigan leyendo y comenten mucho....

Escritora: Victoria M. Martínez o díganme Vicky♥

Capítulo 15: Mejor y más preocupado que nunca...

 Era la primera vez que tenía una charla tan extensa con Paula, ya que nunca existía el momento justo o no podía del pudor que me daba. En ese encuentro, la había conocido más, teniendo más confianza y sabiendo más cosas de su vida... Había sido muy linda cena, en un buen lugar... Entre la comida, me llamaron al celular, interrumpiendo. Vi el identificador y era ...


La estaba pasando de maravilla, al fin, podía hablar sin problemas con él, sintiéndome muy confiada... Me moría por él, por la forma en que sonreía con timidez o como contaba una linda anécdota, dejándote muerta de risa... Me había invitado a comer, decía que él pagaba por hoy... Era muy tierno, encantador, lindo... Hasta que sonó su celular...


- Hola...- atendió algo nervioso.


- Amor, ¿Dónde estás? Quiero verte...- era Andrea, una chica que había conocido hace poco, con la que decidí empezar a salir. Era toda una hermosa mujer, de cabello muy largo y negro, de ojos morenos, intensos... Tiene una forma de pensar un poco rara, pero sus ideales la caracterizan como una chica sexy e inteligente. Sabe como hacer que un hombre caiga a sus pies, aunque conmigo no pudo, ya que la que cayó en el juego fue ella por mí...
- Estoy con una amiga... Iré ahora a verte ni bien salga...- le dije dulcemente, mientras una sonrisa se dibujaba en mi cara... Sabía por qué quería que vaya a verla... Y yo tambien quería eso... Pero se me cerró el pecho, al ver que había dejado de lado a Paula, a la persona que en realidad amaba, mientras me revolcaba con otra... Eso era triste, pero ella nunca  querría estar conmigo.
- Bueno... Nos vemos, Nick...- contestó insinuadora y muy sensual, aunque no me había transmitido nada, ni un poco de excitación, ya que pensaba sólo en Paula...
Corté y seguí hablando con ella...
=... ¿Amiga? La peor palabra que podría decir... ¿ Va a ver a alguien?¿Quién será? Preguntaré...=


- ¿En dónde nos quedamos?- creía que yo no me daba cuenta... Eso me enojaba...
- Tienes novia ¿no?..- le pregunté algo molesta, pero tratando de ser imparcial.
Él quedó pensante:- ...Bueno... Algo así...- estaba nervioso, se percibía...
- ¿Qué sería "algo así"? - todavía no me contestaba con lo que quería saber...
- Estoy saliendo con la de la llamada...Se llama Andrea...- parecía incómodo con decirlo. Siguió comiendo sin volver a decir otra cosa...
Después de media hora, decidimos retirarnos. Nos saludamos y nos fuimos cada uno por su lado... Una lágrima se me escapaba, con sólo pensar en que ya no tenía a Nick...






No quería volver... Estábamos tan cómodos juntos, abrazados, acostados entre caricias y charlas, sin importar nada más que nosotros...
Sus caricias eran interminables, constantes, entre chistes y risas me hacía caricias juguetonas, bruscas como las cosquillas, cuando nos decíamos cosas dulces, sus manos me acariciaban junto a sus espléndidos besos, de esos que me estremecían por completo. En los silencios, cuando nuestras miradas se encontraban, existían caricias muy delicadas, casi como la brisa  mientras su voz se perdía en un tenue tono en mis oídos...


- Eres hermosa....- besó mi frente y luego mis labios...
Me reí tontamente...- Gracias...- le sonreí.- Sabes... No quiero irme nunca de aquí....- me senté estirándome, respirando profundo, oliendo los pinos que se veían desde el gran ventanal del cuarto, acomodando mi cabello. me tapé entre las sábanas. Joe estaba semi sentado en la cama, a medio tapar con su pecho descubierto. Me miraba lleno de atención, con sus ojos brillosos, atentos... Se acercó a mí, tomándome desde la espalda, abrazándome desde allí y posando sus labios en mi nuca y mi cuello. Yo le sonreía, disfrutando su cariño...
- Ven aquí...- me dijo picaramente... Giré y apoyé mis senos descubiertos en su pecho, abrazándolo desde el cuello, besando su boca con ardor. rozando mi piel con la suya, sentándome sobre él...
- Aquí estoy, mi príncipe...- acaricié su rostro, sin poder apartar mis ojos de los suyos, viendo como me sonreía, me trataba con tanta dedicación... Estaba felíz junto a él...
- Bueno, mi reina...¿Te gustó el lugar?- me preguntó entusiasmado.
Lo miré asombrada:- ¿Cómo qué si me gustó? Lo amo... Es hermoso y ahora... muy especial...- besé sus labios cortamente...
- Si.. tienes razón...- me devolvió el beso con gran amor.- Amor... ¿Qué horas son?...-
Me moví hasta la mesa de noche y tomé mi celular: Eran las 21:30hs...
- Mmm... ¡Las 21:30Hs! Estamos hace mucho aquí...- me reía mientras me acercaba a Joe y lo abrazaba.
- ¿Quieres volver ya?- me preguntó con dulzura...
// No puedes ser tan amable...//
~ No puedes ser tan linda...~


La veía algo cansada, ya siendo la noche, capaz quería volver a su casa...

- Estaría bueno, además mañana debo salir con Maia...- se levantó lentamente de la cama, tomando su ropa.

- Maia... Bueno. Después conmigo...- me sonrió como un niño pequeño, mientars todavía no se encontraba sentado en la cama.
Yo me reí fuertemente:- Mmm... No sé... Tengo cosas que hacer...- le dije algo bromista, haciéndole ojitos.
- ¿Eso es un NO?- se levantó rápidamente y se cruzó de brazos semidesnudo , con sus boxers negros y su pelo despeinado... me miraba de reojo. Yo seguía muerta de risa, viendo como Joe me acechaba con cara malévola, aunque no le salía y se reía aunque lo ocultaba...
- Si, es un No...¿Por?- le hice frente.
Hizo lo mismo...: - Si no sales conmigo, voy a tener que hacerte cambiar de parecer...- me tomó de la cintura con rapidez, inmovilizándome contra de la pared, llenándome de besos y caricias...
- Mmm... Todavía no estoy segura de salir contigo...- lo miré algo desafiante, besándolo con pasión. Me solté de él cuando menos lo esperó, dejándolo con ganas, yendo al baño con un contoneo que sabía que él no resistía, riéndome sin parar adentro del baño... Me gustaba tenerlo así...

~No puedes ser tan mala... tan sensual, deseable...~
Ella se metió al baño bien insinuante, mientras yo terminé de cambiarme y bajé a tomar algo, a calmar mis hormonas un rato, a respirar...
Estaba en la cocina y sonó mi celular...
- Hola...- no había visto quién era... AL escuchar la voz del otro lado de la línea, me llené de rabia...
- ¡No me dejes...!- otra vez Amelia con sus llamadas repentinas, que la última vez, me habían traído problemas con Victoria...
- Lia... Te dije que no me llames más... Ya no somos nada...- dije fastidioso, mientras escuchaba que Lia lloraba locamente en mi oído.
- No...No... ¡¡¡Yo soy tuya!!! Nadie más puede estar contigo... O soy yo o no es nadie...- ya parecía loca, me estaba asustando, además esperaba que no se entere de mi nuevo noviazgo...
- Deja el drama... No es lo tuyo... No te quiero ver más, adiós...- iba a cortarle, pero escuché algo antes...
- Bueno... Ya me verás pronto...- dijo algo raro. Estaba intrigado y muy asustado por lo que llegara a hacer.
Justo cuando colgué, venía Victoria... Por suerte no me había visto con el celular. No debía escondérselo, pero no quería preocuparla...Debía arreglarlo solo.
- ¿Nos vamos?...- me miró sonriente. Aunque parecía algo serio, traté de sonreírle.
- Vamos, amor... te llevo a lo de Pau...- la tomé de la mano y nos fuimos...

17 de octubre de 2010

Capítulo 14 (Parte II) Salida Sorpresiva!

//¿Qué debo hacer?...//
Mientras me encontraba sobre su cuerpo, que me tenía espasmando de deseo, sus raros e iluminados ojos me miraban desde su lugar, acostado abajo de mí. Sus manos estaban en mi cintura, nuestros cuerpos estaban pensantes a una gran distancia, mientras mi cabello tapaba casi mi cara, tratando de ver qué hacer, si seguir con esto... Si, en verdad, esperar a un mejor momento... Pero ese era el mejor momento de mi vida... Mi cabeza parecía dar vueltas, el silencio se oía más fuerte que nunca.
Vi como de a poco, Joe se empezó a acomodar en el gran sillón, tomándome en sus brazos y quedando sentada a su lado, todavía semidesnudos... Negó suavemente con su cabeza...
- No puedo presionarte...- Se paró indignado, tomándose la cabeza, algo molesto con sí mismo aunque no entendía por qué esa reacción.
- Joe... No me estás presionando.- tomé mi blusa, ya pensando en que debía cambiarme, pero no quería dejarlo ir... Ni me conocía, esta vez, después de tanto tiempo, era yo la que quería estar con el hasta el último minuto...
- Ven...- le hice seña con mi mano, seria pero un poco insinuadora. Él se sorprendió y se acercó con lentitud...
- Si...- dijo algo titubeante, sentía su voz algo nerviosa, extraña. Estaba a centímetros de mí, queriendo ya que se aproxime mucho más.

De repente, mientras ya estaba muy enojado con mi actitud después de lo que me contó, vi que ella se estaba cambiando...
~ Linda... Eres un ángel, una belleza. La forma en que te mueves con tranquilidad, como tu pelo va al mismo ritmo que tus suaves caderas que en mis manos, se unen con mi piel levantando un fuego imparable en mi cuerpo...~
La miraba de una forma deseosa, nada superficial, sabía que era algo más que eso, que su piel... Yo la amaba, la necesitaba en todo sentido, yo sabía que ella también, que esas miradas eran sólo algunas dudas como las que se tienen en estos momentos que sabemos que son especiales, marcantes...
Se detuvo, quedando todavía sin su blusa, con su mirada pendiente de la mía, mientras me encontraba en medio de la sala, parado a medio vestir, observándola con cautela, con un gran sentimiento... Ella se paró del sillón y su mirada se tornó más fija, parecía más decidida. Hizo un gesto con su mano, quería que me acercara a ella.
Lo hice lentamente, hipnotizado, casi dominado ante ella, quedando muy cerca de ella, de sus carnosos labios que anhelaba probar una vez y otra y otra... Hasta extinguirlos en los míos...
Su boca se acercó a mi oído, sintiendo su respiración, escuchando su tenue voz, dulce e impresionándome por lo dicho, por lo que salió de sus palabras...
- Quiero tenerte más cerca...- susurró con cuidado, percibiendo su mano en mi espalda, haciendo que automáticamente, la abracé lleno de locura, de pasión y amor para demostrarle. Me miró una vez más, sus ojos estaban sonrientes, llenos de luz y de deseo, como yo en ese momento...
- Victoria... Te necesito, te deseo....- besé su boca, callando toda palabra, uniendo nuestros labios con gran ardor y sentimiento, entrelazando mi lengua con la suya, sin poder parar de acariciarnos...
De a poco, la tomé en alzas y la escolté al cuarto principal, subiendo las escaleras entre caricias y palabras, mientras se veía que el cielo se estaba nublando bruscamente y algunos relámpagos se mostraban en el firmamento. Iba a llover...
Lentamente la acosté en la gran cama y antes de volver a su cuerpo, acostado sobre ella, le dediqué una sonrisa...
Estaba con su pelo alborotado, sus ojos lujuriosos, felices, su piel temblorosa y cálida, sus manos firmes sobre mi cuello...
- Te amo...- bajamente le dije, sabiendo que era la primera vez que sentía que eran sinceras esa dos palabras en mi boca, dándome cuenta que era la primera vez que me enamoraba, que lo sentía hasta en el último cabello de mi cabeza.

Al oírlo, en mi interior corrió una corriente muy fuerte, en verdad, excitándome más...
Lo acerqué hacia mi y lo besé, ese beso era diferente, dulce, electrizante, perfecto... Su piel era sumamente delicada, alfo sudada, que encima mío, me transmitía infinitas sensaciones.
- Yo también...- dije entre descontrolados besos.

Pasaron toda la noche juntos, uniéndose llenos de amor, sin poder cesar... Los besos sellaron ese hermoso encuentro, conociéndose en esa noche hasta el último centímetro de su piel, habiéndose amado como nunca lo habían hecho en sus vidas, quedando acostados juntos en la desarreglada cama, que había sido su lugar especial, donde la magia de su amor se había expandido, se había profundizado, sin ya tener dudas de lo que se amaban, se necesitaban, de lo que en verdad existía entre ellos...


- Fue muy... impresionante...-  Estábamos todavía agitados... Yo sentía que no podía hablar, mientras él me besaba la frente. Estaba abrazada a su cálido pecho, tratando de respirar después de tan increíble momento.
Después de unos minutos, pude calmarme.
- Ahora no sabes cómo me siento... Me siento tan... bien...- me tapé un poco más con la sábana, acomodándome encima de, ahora, mi novio...♥
- ¿Estás cómoda, linda?- me levantó en brazos y me abrazó más.
Asentí mi cabeza, acurrucándome en su fuerte cuerpo... Sonriendo con el contacto...


En la casa de Paula:


Victoria me había dejado sola, queriendo salir por mi cuenta. Maia estaba ocupada y no podía salir, quedándome solitaria.
= Ahora me doy cuenta que triste es no estar de novia...=
Me cambié y decidí ir a comer a uno de mis restaurantes favoritos, ya que Vicky había dejado el auto, podía ir sin problema.
Llegué y no estaba muy poblado el lugar, sentándome cerca de la ventana, iluminada por una vela amarilla de luz tenue, que me deprimía mucho más.
Ordené y empecé a comer tranquila y pensante...
Estaba muy golosa, queriendo arrasar con todo, pero quedé totalmente paralizada cuando vi que Nicholas entraba al restaurant...
= ¿Qué? No puede ser... Es el destino...=

Entré hambriento a uno de los restaurantes del Centro, viendo que era muy amplio y hogareño...
{... Quiero una pizza y... ¿Paula?}
Cuando menos lo esperé, me encontré entre miradas con Paula, estaba sentada sola y comiendo. Parecía inmóvil, mirándome...
- Paula...- dije amistoso, muerto de amor, queriendo ir a sentarme con ella. Me acerqué y me senté con ella...

Uhhhh....


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Jonas Brothers... My life♥


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