Capítulo 12: Discución desesperada

Paula, preocupada, me interrogó como si hubiera hecho algo malo al llegar a la casa, ya que no le había avisado nada de mi paseo, que se había convertido en el mejor de mi vida.
Estábamos en la sala:

- No desaparezcas más... Me preocupo mucho ¿Sabes?- me tenía sentada en medio del sillón de la sala, sólo regañándome como lo hacía mi madre en la infancia. Bajé mi cabeza y luego le sonreí pícaramente, confundiéndola. Ahora ya no era la madre protectora de hace momentos, sino una inevitable amiga que quería saber todo. Me reí por su bipolaridad.
- Dime todo, todo, todo...- se la veía interesada. La miré y no quise pronunciarle palabra. Era hora de mi venganza, ya que nunca me decía las cosas de una vez, llenándome siempre de suspenso.
Me miró ofendida:- Ahora te haces la misteriosa...Mmm...
¿Qué escondes, primita?- - Bueno... Salí a pasear a la playa y...- hice una pausa dramática.
-¡¿Qué!? - ya estaba histérica.
- Encontré a Joseph... y lo besé...- con sólo nombrarlo, me sentía tan felíz.
- ¡¡¡¡¡¡¡Viiiicky!!!!!! Uh... Me estoy pareciendo a Maia...- quedó pensante.-¡May! Tienes que contarle a ella...- dijo con una sonrisa enorme, abrazándome fuerte y emocionada.- Yo sabía... Los conozco, yo sabía que había algo entre ustedes...-- Cálmate Pau...- dije todavía llena de alegría, pero sabía controlarme, estar tranquila aunque quería volver a verlo en ese instante.
-¿Y?¿Nada más pasó?- seguía tratando de sacarme detalles.
- No... Algunos besos, palabras, abrazos...- me paré del sillón y busqué mi celular.
- ¿No pasó nada más o no quisiste?- estaba loca esta chica, que se creía que era yo...
La miré extrañada:- ¿Cómo? No me digas que crees que yo... con él... eso...- me puse nerviosa.
Ella me guiñó el ojo, haciéndome poner pudorosa.
- Noooo...- - ¿En serio?- ella me miraba raro, no sé qué estaba pensando, pero se veía que era en algo en lo que yo todavía con él no pensaba.- Bueno, si no pasó eso... Significa que te gusta...-Quedé en shock con sólo escuchar "Te gusta", quedando muy muda... Paula se dio cuenta...
- Paula...¿Me gusta?- mis ojos empezaron a sollozar fijos a ella, sintiendo una opresión en mi pecho, quedándome sin aire, volviendo a caer en el dolor del recuerdo, en ya haber sufrido gracias a esas palabras...


Llegué algo cansado del viaje aunque haber encontrado a Victoria me tenía loco, tan ilusionado, olvidándome de todo con sólo pensar en ella.
~ ¡Ya te extraño! ~
Al entrar a mi casa, con una sonrisa de par en par mientras cantaba felíz una canción, me encontré a Nicholas mirando televisión. Lo miré extrañado.
- ♪...You´re Much Better...♪ ... ¿Nick?- paré mi marcha viéndolo fijamente.
- Hola hermano... Perdón por no avisarte, quería darte una sorpresa...- me sonrió amistosamente, pero sabía que algo tramaba.
- Y cuál es la sorpresa...- nunca iba a poder adivinarla viniendo de él.
- Ya verás...- su misterio me ponía muy intrigado, queriendo saber el propósito de tanta pausa. Sólo me veía de forma molestamente perturbadora para mí...
- Cuenta, por favor...- ya sin paciencia, sentándome a su lado, casi rogando que me cuente.
De repente, sonó su celular.
- Espérame, que tengo que atender...- se fue hacia la cocina, quedando todavía intrigado...
Mientras él hablaba con no sé quién, quise hablar yo por teléfono con Vicky.
Marqué y esperé su voz del otro lado del teléfono.
- ¿Si?...- era ella. Sonreía como un estúpido al escucharla.


- Hola, amor...- Cuando atendí, era Joe... Me puse tan alegre al oírlo y mucho más porque me estaba llamando.
- Joe...♥- suspiré con una sonrisa.
- ¿Está todo bien?...- sequé una lágrimas que todavía recorrían mi rostro.
- Si... Creo...- no podía mentirle...
- ¿Por qué lo creés?...- se había dado cuenta...~La escucho rara...~- Pasa algo ¿No?...-
- Quiero verte...- tenía que hablar con él, saber si esto que nos pasaba era de verdad importante para él y si valía la pena seguirlo, después de todo, por ahora era sólo coqueteo y lindas palabras...
- Bueno... Cuando quieras, dime la dirección y te voy a ver...- era comprensivo y parecía estar interesado en lo que me pasaba. Eso era lindo, pero mi miedo seguía, no quería ser lastimada...Le pasé mi dirección.
- Ya voy para allá... Espérame... Te...- quedó mudo a mitad hablar...- Te... veo pronto...- parecía nervioso, escuchando algo de lo que me había dicho, sintiendo que me quería decir otra cosa. Quedé peor de lo que estaba, escuchando el tono del teléfono mientras retumbaba en mi oído mi respiración, mi llanto... Sabiendo que iba a decir Joseph, sabiendo que eso me asustaba... Amar me asustaba... Estaba acostada sobre el sillón, otra vez triste, esperando a Joe con impaciencia...


Al escuchar tan rara a Victoria, no dudé en tomar una chaqueta e ir a verla inmediatamente... Me preocupaba su tono de voz gastado, su desgano... Ya era de noche y hace unas cuantas horas nos habíamos visto...
Llegué a su casa casi volando, sin poder esperar más. Quería verla de todos modos, quería hablar con ella...
Me bajé y corrí por su entrada...



Al tocar el timbre, me atendió Paula...

- Mi prima está en su cuarto.. Pasa.- me abrió la puerta con amabilidad, señalándome dónde era el cuarto, dirigiéndome muy decidido.

Abrí su puerta...

Entre mis sábanas, seguía pensando en lo que me estaba lastimando todo eso, todo mi pasado, destruyendo mi presente y futuro con Joseph, que aunque todavía no éramos nada, había algo especial. Ya había oscurecido por completo, esperando a Joe que para mí, no venía más...

// Joseph... Ven...//

Pero cuando menos lo esperé, mi puerta se abrió con cuidado, viendo a Joe asomarse con una sonrisa que se transformó en seria al verme. Entró rápidamente y sentó junto a mí, abrazándome...

- Amor... ¿Por qué estás así?...-  tomó mi húmeda cara entre sus manos, subiendo mis ojos tristes a los suyos, quedando los dos intervambiando silencios y miradas, mientras veía que los ojos de él estaban apenados. Él besó suavemente mi boca y volvió a tenerme en sus brazos.

Me encontraba sobre su regazo, abrazada y todavía triste, no habíamos hablaso, sólo podía abrazarlo.

Sentí que ya era hora de hablar, me acomodé frente a él y con nerviosimo y timidez le hablé...

- Joe...¿Qué somos?...-

Ella fijó sus ojos a mí y con nervios me empezó a hablar... Al escuchar esa pregunta, no sabía cómo responderle. Quedé callado. Vi que ella al no oír nada de mi parte, apartó sus ojos y se paró de la cama, mientras escuchaba que lloraba dándome la espalda.

- Es así... Es sólo algo inconcluso... algo divertido ¿No?...- la escuché entre su llanto, parecía enojada, desganada y muy mal. Me miró seria mientras su llanto era paralizante, estremeciéndome, poniéndome mal a mí ante lo que me decía.

- Victoria...- me paré nervioso.- ¿Cómo crees que es por diversión? No te das cuenta que si quiero ser algo tuyo... Pero necesito que tú también estés de acuerdo...- me acerqué a ella y tomé su cintura.

- No quiero lastimarte...- tapó su cara entre sus manos.

Una lágrima, esta vez, se me escapaba a mí, escuchando algo que si dolía...

- ¿No sientes nada por mí?...- Caí en la cama sentado, perturbado, roto en mil pedazos... Ella tomó mi mano con fuerza, haciéndome voltear a verla...

- Si... No sé... - estaba pensante y eso me ponía peor...- Sii... pero...- se calló.

- ¿Pero qué?- ya estaba cansado de tantas vueltas, estaba totalmente decepcionado.-

Respiró con profundidad:- Pero no quiero sufrir otra vez...- bajó su mirada y se sentó de nuevo a mi lado.

- No te voy a hacer sufrir...- la besé apasionadamente, callando toda palabra absurda, sintiéndola mía, queriendo estar así siempre...

// Sé que sientes lo mismo que yo, pero tengo miedo...//

- Tengo miedo, Joseph...- dijo entre mis labios.

- Nunca más tendrás miedo si estás conmigo...- me volvió a besar, con mucha intensidad, lleno de caricias...

- No lo sé...- me separé de él, con la duda que me carcomía la cabeza, viendo que él me miraba defraudado...

Tomó mis dos manos en las suyas y me llamó por mi nombre:- Victoria...¿Quieres ser mía?- sus ojos brillaban, esperando respuesta...

CHANCHAN!!!!!!!!!!!!!!!! Se pone muuuuuuuuuy buena.... Sigan leyendo y Comenten :)

Escritora: Victoria Martínez o Vicky