20 de mayo de 2011

Capítulo 35: ¿Amenazas?

- Bueno ¿Qué estás esperando? - cruzó sus brazos y me miró con una pequeña sonrisa.
- No sé, todo esto fue muy triste y no puedo entender cómo es que no te afecta... A veces me asustas - ella se empezó a reír.
- Ay Joe, veo que no me conoces...- la miré confundido - Eso ya no importa, vete por favor...- me abrió la puerta y me saludó con su mano mientras caminaba hacia el ascensor con el corazón partido... Pero... ¿Era a mi al que le afectaba? ¿Yo quería esa niña? Aunque había creído que nada de ella me importaba, ese vientre era lo único que me mantenía cuerdo en esa casa y no sabía por qué... Había creído que ese bebé no era mio y cuando supe que llevaba mi sangre, se me escapó de los brazos... Un suspiro profundo hizo eco en el gran ascensor, abriéndose sus puertas junto a una alarma chillona...
Mi valija terminó en los asientos traseros a raíz de un lanzamiento desganado y otro suspiro, uno cansado. Me senté y cerré la puerta con fuerza y mis brazos cayeron en el volante junto con mi cabeza sobre ellos.
El llanto surgía desde el fondo de mi cuerpo y mi corazón...

<< Adelaine Jonas...>>
Mi rumbo fue directo a la casa de Dayna, aunque mi estado no era muy bueno, la necesitaba más que nunca. Traté enjugar mis lágrimas y ser fuerte con este tema... Ya no había nada qué hacer...



Eran las cuatro de la mañana y no dejaba de moverme en la penunbra de mi cuarto. Me sentía nerviosa o más bien, sola... Si hace menos de dos horas estaba con Joseph y ahora tenía el presentimiento de que no volvería a estar conmigo.
- Va a tener una familia, un hijo... Él tiene que estar con esa criatura - quedé pensante mientras me dejaba caer sobre las sábanas al haber terminado de cambiarme con el pijama.
- Tengo que aceptar la vida que le tocó y que me toca a mi...- bufé triste y hundí mi cabeza en los almohadones, pero mi celular me desconcentró... Lo tomé entre mis manos y decía: "Número desconocido"
- ¡Qué raro! - miré confundida el celular y decidí atender
<< Debe ser alguien equivocado...>>
- Buenas noches, preciosa - una voz ronca y masculina retumbó en mi oído y fue directamente a ocasionarme nervios.
- Francis...- dije con voz queda.
- ¡Correcto! - exclamó de una forma burlona - te acabas de ganar una noche con tu inolvidable hombre...
Lo primero que se me vino a la cabeza fue colgarle el teléfono pero mis manos se habían congelado con sólo su presencia vocal.
- Mejor, no molestes...- dije de una vez con valentía.
- Esa no es una linda forma de contestar, princesa - lo decía para molestarme y en verdad, eso dolía despues de los dos años que le había dedicado y los que en un segundo se fueron al drenaje. No tenía derecho en atormentar mi vida.
- No te mereces mi respeto como yo lo merecía cuando estábamos juntos - exclamé cansada de su seguidilla de molestias - Ya no eres ni una milésima parte de mi vida y por suerte, puedo vivir sabiendo que lo que me hiciste fue lo correcto para encontrar a la persona que en verdad amo...- estaba orgullosa de todo lo que estaba diciendo. Por tantos años me había tenido arrastrándome por él y satisfaciéndolo, pero ahora, él era el miserable que dependía de mi...
- No me trates así, sólo quiero que me perdones - gimoteó con un tono aguado y misericordioso. Mis ojos se movían de un lado al otro, ya sin saber qué decirle.
- ¿Qué te perdone qué?¿Que gracias a que me engañaste, conocí al hombre más maravilloso del mundo? - le dije con un tono sonriente y devolviéndole todo lo que me lastimó, me dejó y me humilló... Estaba pagando por todo, aunque no en el sentido de engañarlo, sino que el destino irá tomando revancha.
- Ese jefesito afeminado que te debes...
- ¡No digas nada de lo que se te pasó por la mente! Siempre tan estúpido... Además, si yo quiero acostarme con él, lo hago - lo interrumpí enojada y le contesté con una sonrisa malévola con aire de victoria.
- Jonas va a quererse morir cuando estés conmigo y ya que no acepto el trato empresarial, iré por algún lado que le duela - al escuchar esas palabras, mi cuerpo se tensó en preocupación... ¿Qué me haría o qué le haría a Joe?
- ¿Crees que tus amenazas sirven? - le contesté tratando de que mi compostura vuelva ante el miedo.
- No son amenazas, son hechos. Estarás conmigo sea como sea, yo lo presiento... Siempre me amaste y siempre lo harás aunque me equivoque toda la vida...- me decía suavemente. Empecé a llorar desconsolada y le corté con furia. Un grito desgarrador sobresaltó de mi boca y me dejé caer de nuevo sobre la cama...
<< Yo te he amado, Francis, con todo mi corazón... Pero ahora Joseph es mi vida y es dueño de él...>>
Mis sollozos fueron interrumpidos por un ruido en la entrada de mi casa. Corrí a la ventana y vi como una camioneta idéntica a la de Joe estacionaba en la puerta de mi garage. Era él... ¿Qué hacía aquí? El verlo con una valija, caminando hacia mi puerta, volví con las corridas, pero esta vez hacia la puerta...
- ¡Joseph! - abrí la puerta y al verlo, sólo pude abrazarlo fuerte. Él me mantuvo fuertemente en sius brazos en la fría madrugada, sintiendo como el calor volvía a mi cuerpo. Sus manos se hundieron en mi pelo suelto y sus labios se aferraron a los míos.
- Hermosa... Cariño... Dayns...- suspiraba entre besos, pero me aparté al sentir que su rostro estaba húmedo. Lo miré a los ojos y estos estaban algo hinchados y sombríos.
- ¿Qué te pasó? - quedé pálida. Él bajó sus ojos al suelo y no me contestó aunque se veía la intención de decirme.
- No lo sé, no sé por qué estoy así de mal si yo no lo quería tener...- quedé confundida.
- No te entiendo...- negaba con mi cabeza mientras él parecía estar destrozado - Entremos, adentro está prendida la chimenea...
Lentamente entró de la mano conmigo....






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2 comentarios:

  1. me super encanta como siempre!!! pobre joe ya puede estar con dayna pero se siente culpable!! :(
    ~romi~

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Jonas Brothers... My life♥


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