Capítulo 8: Cuestiones dolorosas

Habían venido unos amigos de los chicos, pareciendo amigables, menos uno... Sentía que casi me violaba con sus ojos, estando incómoda con ese pervertido...
- Es verdad...- se estaban riendo por una anécdota, pero sólo tenía ojos para Joseph, que no reía y si sonreía era muy fingido... Yo tampoco me sentía muy bien... No quería ser segunda de nadie o que me niegue si quiere que intentemos algo... Soy una persona con sentimientos y oídos...
- ... Cómo extraño la comida casera de mamá... Desde que me mudé solo, estoy muy melancólico...- una sonrisa de recuerdos se dibujó en la cara de Kevin, el hermano mayor de los chicos... Ellos eran tres hermanos que se habían mudado cada uno por su cuenta.
Sus ojos brillaban como los de un niño al hablar de la madre...
- Puede ser... ¿Y Joe, extrañas?- le preguntó Nicholas, dándose cuenta de que Joe no andaba bien, tratando de integrarlo a la charla, a la que ni yo quería estar...
Joseph no contestó... parecía estar en su mundo, sentado en el sillón de enfrente, esta vez subiendo su mirada hacia mí y levantándose.
- Perdón... Debo irme...- se lo escuchó raro, triste...
//¿Le habrá afectado lo mío? Pero él no se portó bien conmigo... En serio, me duele también haber encontrado a alguien después de un buen tiempo y ser tan perseguida.//
Se retiró con la mirada baja hacia una puerta que daba al jardín...
Yo sólo podía seguir sus pasos, pendiente de lo que iba a hacer o dónde iba, tanto que no le daba importancia a otra cosa.
- Vicky...- susurró.- Si quieres ir, vé y haz lo que tengas qué hacer...- Pau acarició mi hombro, viendo cómo estaba...
Vicky:- Gracias... Necesito hablar con él.-

Sólo quería romper cosas, sintiéndome tan estúpido...
~¿Para qué atendí?... ¡Aah!~
Algunas lágrimas quise batallar, no entendía por qué siempre arruinaba todo lo que me importaba. Ella era diferente y en el mejor momento, hice una estupidez. Sólo pude sentarme en el césped con una gran angustia y no entendía el por qué todavía...
TANTO ME HABÍA MARCADO ESE BESO(?)...
Ya sin ganas de nada, fijado con la idea de que ya no había chance con ella, sentí que alguien se encontraba parado a mi lado...
-...Joe...- suspiró Victoria, sin girar ni verla, sentía que su voz estaba gastada, triste. Decidí no darme vuelta...
- Bueno, si queires estar solo... te dejo...-


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Escritora: Victoria Martínez o díganme Vicky♥