Mi cabello se esntía tan libre, mis ojos miraban hacia adelante, buscando algo que sabía que nunca aparecería, pero parecía haberme equivocado, al sentir que una persona apoyaba su mano en mi hombro...
- Quédate aquí que tengo que ver algo en la despensa...- me dejó solo por un rato, decidiendo acercarme al mar, verlo más de cerca, poder oler la fresca brisa... Pensar...
Nadie había allí, sólo yo en medio de una gran parcela desolada de arena que se recalentaba por los fuertes rayos del sol. A lo lejos, vi que alguien esatba caminado por la orilla, no sé por qué... Nada estaba esperando...
~ Me haces falta... No puedo olvidarme de ti...~ miraba atento a la chica que venía lentamente y con su mirada baja, mirando hacia el agua, con su pelo despeinado por las ráfagas, volándose las telas de su camiseta...
Como un rayo, pasó por enfrente mío, alejándose con velocidad, sintiendo que a ella la conocía.
- La conozco...- dije confundido, activándome en un segundo, yendo a buscar a tal familiar chica.
Al alcanzarla, con un suspiro tomé su hombro, deteniéndose de espalda a mí, sin voltearse como yo quería.
Al voltearme, vi que unos ojos me miraban, esperando una reacción de mi parte, que en ese momento no existía, dejándome sin aliento al ver que era nada má ni nada menos que Joseph...
- Victoria...- me miró asombrado, dibujándose una leve sonrisa en su rostro.
No podía creer que era Joe... Ya me parecía macabro todo eso... Tanto pensar en él, tanto añorarlo y cuando lo tenía enfrente mío, no podía ni modular una palabra completa.
- Joe, ¿Qué haces aquí?- Estaba muy contenta de verlo una vez más, sin poder creer el casual encuentro...
Me sonrió.- ¿Tú que haces aquí? Yo estoy hablando con un amigo... Nada más.- su mano rozó con timidez la mía, tomándolo de la mano sin pensar.
- Pensando...- miré el agua, girando mi cabeza.-... Extrañando...- suspiré profundo, cerrando mis ojos, sin todavía creer ese encuentro, creyendo que todo era parte de mi conciencia.
Joseph me tomó de la barbilla y al abrir mis ojos, lo tenía muy próximo, con sus ojos cristalizados, llenos de luz, su boca sonriente, como una mueca sutil de amor que me derretía totalmente cada vez que la hacía.
- ¿Qué extrañas?...- dijo bajo, tranquilo, abrazando mi cintura con suavidad.
Acaricié con una sonrisa su pelo, mientras él cerraba sus ojos ante el contacto d emi mano en su cara, llevándome mucho más cerca de él. Entrelacé mis manos, rodeando su cuello, sin ya poder contenerme y abrazarlo con fuerza, siceridad, sin querer dejarlo ir...
// No te vayas nunca más...//
- A ti...- no podía odiarlo, sólo quería tenerlo.
- Preciosa...- me abrazó con dulzura.
Ella me necesitaba, lo sentía cada vez que me miraba así, con sus ojos tan iluminados de cariño y sinceridad.
Su abrazo me había sorprendido, haciéndome estremer por completo. Sólo podía sonreír y abrazarla mucho más fuerte.
- ¿Te vas a ir, no?- apenada, me miró y me volvió a abrazar.
- Nunca me voy a ir... - tomé su rostro y suavemente me acerqué a su boca, implorando sus labios, queriendo decirle tantas cosas, queriendo estar con ella para siempre.
- Me muero por...- la besé con pasión...
- ...Besarte...- me besaba con amor y todo el tiempo, disfrutando su contacto, para mí, celestial mientras sus manos acariciaban mi cintura y mi espalda.-... Toda mi vida...- en ese momento, no hubo más palabras, sólo la unión de nuestros labios que nos tenían hipntizados uno por el otro...
De a poco, me separé de él, pero me seguía robando besitos cortos, caricias y miradas. Me sentía tan bien a su lado...
- Bueno, Joe... Tranquilo... Ya sabes que mucho no nos conocemos...- dije con una risita burlona.
Él trató de hacerse el enojado y no le salió, volviéndome a besar sin darme cuenta...
Me tomó de la mano y juntos nos fuimos a caminar, yéndonos al Parador de, como me había contado, su amigo.
- Es mecánico... Qué genial...- dije entre sonrisas.
- Ah... Te gustan los mecánicos...- dijo con voz celosa.
Me empecé a reír sin poder parar. Él sólo me veía, parecía pedirme una explicación.
- No...no sé... Prefiero los cariñosos...- tomé su brazo y lo miré dulcemente.
- Eso si te puedo mostrar... Soy el más cariñoso...- me miró con insinuación... Volvía a reírme.- En verdad...-
- Como tú digas... Osito Cariñosito...- estaba muy tentada de risa, contagiándosela a él.
- Si yo soy un Osito Pomposito...- me dijo confiado.
- No, Cariñosito... y Bobito también...- él se ofendió, pero sabía que no podía enojarse conmigo.
- Bueno, lo que sea... Tu eres...- empezó a pensar.
- Eres una Ardillita Chifladita ...♥♥- la que ahora estaba enojada era yo...
Lo solté con brutalidad y empecé a caminar haciéndome la ofendida. Se escuchaba que él me llamaba, desesperado.
- Perdóname, Amor...- cuando escuché eso, sólo pude estremecerme entera, parando mi marcha.
- ¿Amor?- giré y lo miré fijamente mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, esta vez, de emoción.
- Vicky... Perdón...- dijo acercándose a mí, dándome sus brazos.- No quise hacerte mal. Nunca te podría hacer sufrir.-
Me senté en la baranda, todavía shockeada.
Nunca me habían tratado tan dulcemente, con tanto amor y dedicación. Una vez en mi vida, era la protagonista felíz de la historia y no la que termina sufriendo. Él era mi vida desde ese momento, sintiendo hasta lo más profundo por Joe. Se puso a mi lado.
Verla así a ella me mataba. Me senté a su lado y acaricié su ondulado cabello. Veía que sus ojos no cesaban en lágrimas, sin ya saber qué hacer.
- Nunca me dijeron algo tan lindo...- dijo tomando mi mano.
Le sonreí bromista:- ¿Qué?¿Ardillita Chifladita?- Ella golpeó mi brazo con su puño.
- No, tonto...- limpió una de sus lágrimas.
- Ya lo sé...- me acerqué a ella y le hablé en el oído.- Y todavía tengo millones de cosas que decirte, linda...- después de decirle eso, ella me regaló una sonrisa y la besé sin pensarlo, sintiéndome el hombre más felíz de todos sólo con estar junto a ella...
- Te quiero mucho, Joe...- dijo dulcemente, mirándome con mucho cariño.
Estaba totalmente enamorado de ella, no bastaba un "te quiero" pra mí, pero no podía presionarla a ella, ni tampoco quería que las cosas sean tan rápidas.
-Yo también, mi cielo...- besé su mejilla, como un nene tímido e inocente, teniéndola entre mis brazos, queriendo esatr así de por vida.
UHHHH!! Genial.... todavía no termina.... ¿Seguirá todo bien?¿Qué impedirá su felicidad? Sigan leyendo y Comenten :)
Escritora: Victoria Martínez o díganme Vicky♥
leiste esto, es tarde, estas condenada, si no subis el prox. cap. apenas veas esto te ira mal en todo... es verdad... XD seguilo enserio porfaa... FIRMA: NATYY
ResponderEliminarwowwwwwwwwwwww me encantaaaaa siguleaaa y siguem e tiquetandoo please :D
ResponderEliminargracias chicas!!!!!!
ResponderEliminar