Capítulo 41: A veces hay que comprender...

Su madre no podía decirnos nada, estábamos seguros de casarnos y nada nos iba a parar.
- ¿Cómo puedes hacerme esto hija?- la madre de Victoria parecía estar demasiado nerviosa, enojada... Me asustaba su reacción. Mi novia sólo atinó a llorar desconsoladamente en mi pecho. Traté de calmarla pero ella corrió hacia el cuarto, escapándose de todo.
- Mira lo que hace... Ella estaba bien y usted no acepta sus decisiones- la tuve que enfrentar una vez más.
Lucy se calló, mirándome muda. Quedamos en silencio, mirándonos. Ella bajó su mirada con vergüenza.
- Soy una estúpida... No quiero tratarte así- me acerqué a esa señora- No tienes la culpa del recuerdo que me traes.
No la entendía:- ¿Qué yo qué?
Me hizo señas de que me siente a su lado:- Tengo tanto que contarte, niño... No sabes...
Me quedé escuchando a su madre, quedando perplejo por lo que me decía. Yo me parecía a su esposo muerto, el padre de mi novia. No lo creía. Ella me decía que había estado muy paranoica con eso, que la idea de reencontarse conmigo la estaba entristeciendo, ya que se había acostumbrado a la falta de su esposo.
- ¿En serio me parezco?- ella sacó su bolso, abriendo una agenda, tomando de allí una foto mientras la miraba con dulzura, con una lágrima que recorría su rostro. Al darme y ver a mi princesa pequeña, mi cara se había iluminado... Su padre la tenía en alzas... Parecían felices... no veía mucho parecido.
- Todavía no entiendo su comparación...-
Ella suspiró fuertemente y me había dicho que yo era igual en personalidad, en formas de pensar y de enfrentarme cuando algo me importaba como había sucedido hace momentos.
Sus ojos se aguaban al hablar de Gabriel, el hombre de su vida, queriendo consolarla...
- Pero si su hija me ama, acépteme...- le dije de una forma comprensiva, buscando su entendimiento- A su hija la cuidaré como nunca lo hice, la amaré siempre y la voy a hacer felíz todos los días de mi vida...-
Ella me mirró con una pequeña sonrisa:- Creo que es tiempo de aceptarte... Ya no puedo ser tan tonta...
Después de decirme eso, subió hacia donde estaba Victoria.
En el cuarto:
No podía dejar de llorar... No seguía entendiendo a mi madre. En eso, entró justamente ella, haciéndome voltear hacia la ventana, sin querer mirarla o dirigirle la palabra.
- Hermosa...- me dijo con dulzura, pero yo no quería hablar con ella, estaba muy decepcionada - Quiero que hablemos de Joe... Pero ésta vez, bien... Acabo de entenderme con él...
Cuando oí eso, me di vuelta rápidamente, mirándola entre lágrimas, shockeada ¿Había hablado con mi novio?
- ¿Qué le dijiste?- me acerqué todavía sorprendida.
- Le dije el por qué de mi negación hacia su relación... Ahora ya sé que en verdad te ama...
- Siempre me amó, siempre lo vamos a hacer. Él es mi vida y quiero casarme con él... Mira- le mostré el anillo con emoción, viendo que mi mamá se acercaba con gran aprecio, mirándolo dulcemente. Luego, subió su mirada hacia mí.
- Espero que sean felices...- me abrazó con amor, quedándome mucho más sorprendida. Ella aceptaba mi casamiento.
- ¿No estás en contra?- le pregunté sin creer sus palabras.
Mi madre asintió con lágrimas en sus ojos:- Sé que vas a ser felíz con él... Por experiencia con este tipo de hombres...- nos reíamos...- En verdad, ten cuidado que son algo torpes...- seguíamos riendo y abrazándonos.
Mi madre, Lucy, había decidido quedarse hasta el casamiento, quería ayudarme con todo... Faltaban dos días para la boda, estando nerviosa, de un aldo para el otro, por suerte, teniendo la ayuda de Nicholas, de Kevin, que había llegado hace poco de un viaje, de mi novio, mi madre, la madre de Joe, Sam, mi nueva mejor amiga, Paula y Maia.
Todos corriámos, todos aprontándonos y ese día tenía que ir a retirar mi vestido de novia.
Estab muy emocionada, ya que cuando lo vi en mi cuerpo, una lágrima recorrió mis mejillas, viéndome hermosa, sin poder creer lo que se venía...
 

Señoritas... Se viene el Final... Countdown... Gracias por seguirme todo este tiempo... Las amo a todas...