Capítulo 42... CAPITULO FINAL: Te Necesito Para Vivir...

De a poco, abrí mis ojos, encontrando a mi lado a la chica que hoy sería mi esposa. Ella estaba tan preciosa, inmaculada, con su cuerpo envuelto en blancas sábanas. Acaricié su rostro con suavidad...
- Y pensaba que nunca te encontraría...- susurré sintiendo un nudo de emoción en mi pecho descubierto, acordándome de la noche de ayer con una leve sonrisa...

La noche anterior:

Nos quedamos con Victoria sentados en el balcón del cuarto, mirando las estrellas... Ella estaba callada a mi lado, y teniendo una de mis manos entrelazadas en la suya.
- Esta hermosa la noche- sus ojos brillaban a la luz del firmamento, con su mueca sonriente, mirándome con tranquilidad. Apoyó su cabeza en mi hombro, quedando los dos en silencio, sólo escuchando como la brisa silbaba entre los árboles. Sus ojos se encontaron con los míos a sólo miímetros, viendo como su boca tittubeaba y se acercaba a la mía... Mis labios tomaron lugar en los de ella con gran pasión, pero una pasión lenta, dedicada, dulce. Ella lentamente se colocó sobre mí, cos sus piernas a cada lado de mi cuerpo y con sus manos apoyadas en mi pecho.
Era un momento totalmente sensual, frenético...
Él me susurró algo al oído:- No sabes lo que te deseo...
Al escuchar eso, todo el cuerpo se me había erizado, volviendo a caer en sus labios, sintiendo como su lengua jugaba con la mía, como sus manos se colocaban por debajo de mi camiseta. Mis labios empezaron a bajar, pasando por sus labios, deslizándolos por su cuello, viendo como él tiraba su cabeza hacia atrás en pequeños gemidos.
Mientras desabrochaba de a un botón a la vez, iba haciéndome camino en besos por su pecho, acariciándolo con mis manos de a poco... Él me separó de él, sacándome la camiseta con delicadeza, acariciando toda mi cintura, colocando sus manos detrás de mi sostén. Lo soltó, mientras le sonreía entre besos al sentir mi desnudez casi completa. mi respiración se iba dificultando ya que él me tomó en sus brazos y me acorraló en el sillón, esta vez, quedando yo debajo de él. Llegué con mis manos hasta su pantalón, viendo que él me miró al sentir mi mano allí.
- Deja amor... Yo lo hago...- se lo desabrochó, quedando en boxer, volviendo a apoyarse sobre mi cuerpo.
Se deshizo de lo que quedaba de mi ropa interior, rogando nuestra unión, viendo que él también se había totalmente desnudado. Abrió con suavidad mis piernas y se acercó a mi boca, besándola con ardor.
- Te amo...- Luego de escuchar esas tiernas palabras, ya estando que explotaba, él se unió a mí de un sólo movimiento. No pude evitar gritar, sintiendo como él me llenaba a la perfección, como se movía cada vez con más apuro dentro mío, sintiéndome totalmente llena de placer, escuchando la respiración y los gemidos de él mientras me enloquecían más, sintiendo como él acababa en mí justo a mis mo tiempo que yo, quedando espasmada sin casi poder reespirar. Con la poca fuerza que pude, me acerqué a sus labios, volviendo a encenderlo. Me tomó en sus brazos, tomando rumbo hacia adentro del cuarto:
- ¿Qué haces?- le dije entre sonrisas. Me apoyó lentamente sobre la cama... Sus ojos me miraban excepcionalmente, brillosos, a una distancia en donde percibía como se aguaban.
- Despidiéndome...- quedé mirándolo con confusión.
- ¿Cómo?¿De mí te despides?- me senté frente a él, todavía estando desnudos, sin entender lo que decía.
De a poco me dibujó una sonrisa:- De mi novia me despido... Es que mañana me casaré...-
Me había hecho reír, tomándolo de los hombros y tirándolo sobre la cama, teniéndolo en mi poder.
- Bueno... Hoy te juro que te olvidarás hasta de tu nombre- dije insinuadora, besando su boca. Él me abrazó enteramente y me volteó entre risas...
- Lo único que te juro es que te amo...- acarició mi rostro fijo a mis ojos.
- Y yo... Que Te necesito para vivir...

                                                       FIN...