- Chicas... no me voy a morir...- a bracé a Maia, que la tenía al lado. Estaba de una forma que nunca la había visto, seria, muda... No era mi Maia...
Ella reaccionó y me contestó...
- Es que te voy a extrañar...- algunas lágrimas se le habían escapado, abrazándola con mucho amor, emocionándome también.
Paula estaba también muy triste, pero todavía no superaba lo de Nick... Aunque se lo había explicado miles de veces, ella había decidido tomarse un tiempo para tranquilizarse.
- Loca, tienes que mandarnos mails seguido y también llamar...- Paula tomó mi mano y me sonrió...
"- Señores pasajeros, informamos que el vuelo 251 con destino a Buenos Aires saldrá en diez minutos. Paen por el embarque correspondiente, Gracias..."
Era mi vuelo. Las chicas con sólo escuchar mi ciudad, volvieron a entristecerse...
- No te vayas...- Maia me abrazaba casi sacándome el aire.
Paula me la sacó de encima.
- Tranquila, Maia... ¿Vas sola o te acompañamos?-
- Mejor sigo sola...- tomé mis maletas, las abracé una vez más a mis amigas y me retiré hacia el embarque...
//... Llegó el momento... Tengo que hacer lo debido...//
Mientras iba entre la gente, me acordé de un momento con él, una promesa...
- ¿Ca-casarnos? - me encontraba sentada enfrente de él, totalmente perturbada por su propuesta que no sabía si era en verdad dicha.- ¿En verdad?...-
Él me alzó y me sentó encima de sus piernas, toda tapada con las sábanas, viendo sus hermosos ojos de muy cerca. Joe acarició mi espalda.
- Creo que ahora no, pero capaz...-
Lo miré extrañada.- ¿Me lo estás proponiendo?-
- ¿Te casarías conmigo si te lo pido?- besó mi boca con dulzura, mientras mi mano acariciaba su pecho.- Bueno...- miró su mano y tenía un anillo de que siempre traía puesto, sacándoselo. Eso me había sorprendido, lo miraba casi paralizada como me tomaba la mano con delicadeza y de a poco me colocaba su anillo...
-...- no sabía qué decir, si respirar, estaba esatllando de emoción, sólo lo miraba con los ojos llenos de lágrimas...- Ahora, eres mía... y yo soy tuyo...-
- No sé qué decirte, Joe... Estoy impresionada...- miraba el anillo y no podía creer lo que me había propuesto...
- Espero que esto te ayude a no extrañarme tanto... Es como una parte de mí junto a ti...- me sonreía con tanta luz en sus ojos...
- Amor... Eres muy dulce...- nos besamos apasiondamente, sellando ese momento tan lindo, tan conmovedor...
- Ahora, ¿Estoy comprometida contigo?-
Asintió su cabeza y se abalanzó a mi boca con ternura.
- Juntos para siempre...-
//...-Juntos para siempre...-// Eso me retumbaba en la cabeza, mientras observaba su anillo en mi dedo, suspirando por todo lo que lo había extrañado estos días.
- ¿Dónde estarás ahora, amor?- algo bajo se me escapó, sintiendo como una lágrima recorría mi rostro, subiendo al avión con gran intriga...
- Cálmate hermano...- Nicholas trataba de tranquilizarm, pero la idea de que ella se esté yendo, me tenía estresado. ¿Qué podía hacer? Nada... La extrañaría demasiado, no sabía si podría aguantar su ausencia...- Si, pero debes estar bien para ella...Si tú estás mal, lo está ella también.-
Me senté resignado junto a mi hermano...- Tienes razón, me calmaré... Dijo que me iba a llamar ni bien llegue a su país...- traté de estar mejor, respirando hondo y tratando de pensar en lo que era mejor para ella.
- Joe, ella debe estar extrañándote también...-
- Lo sé... Pero no sé si aguantaré...- estaba a punto de llorar. Nicholas me consoló...
- Hermano, si que aguantarás como ella también...-
- Espero...-
Estaba sentada en mi lugar del avión, esperando que despegara, queriendo que el tiempo pase rápido y poderme ir sin sentirlo. No paraba de pensar en Joseph, él era lo único que se me venía a la cabeza... Pero debía pensar en otras cosas que ahora debían tomar
más importancia: mi madre...
En pocos minutos, una voz anunció que iba a despegar, respirando hondo...
//... ¿Por qué siento que te necesito para vivir?...//
FIN DE LA TEMPORADA...
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