Joseph se había quedado toda esa noche conmigo, haciendo vigilia a mi lado, contándome cosas muy lindas y divertidas, atendiéndome como todo un caballero... Se había quedado dormido apoyado en mi cama, sentado en el sillón... Lo había encontrado así ni bien me despertaba. Eran las siete de la mañana y en unas pocas horas me darían el alta.
El doctor me dijo que había tenido complicaciones por el estrés, diciéndome que de milagro no lo perdía, poniéndome algo shockeada.Lo veía a Joe todo dormidito, tranquilo y me moría de amor, acariciando suavemente y sin despertarlo su cabello.
//... Eres tan dulce... ¿Será así de lindo nuestro hijo?... Quiero que sea un niño tan bueno y amoroso como tú. Debo contarte pronto, no te mereces no saber sobre lo mejor que nos va a pasar en la vida.//
Sentía que de a poco me tomaba la mano, haciéndome sonreír...
- Dormilón...- decidí despertarlo ya, iba a venir el doctor y no podía estar desparramado sobre la camilla. Besé su cabeza, viendo que se movía algo molesto.
- No quiero mami...- de una manera balbuceante, había escuchado eso que me había hecho reír sin compasión.
- Amor... Joe... Despierta...- todavía tentada con la risa, bajé y caricié su mejilla.
Él volvió a moverse, pero esta vez, había abierto sus preciosos ojos cansados.
Cuando me percibió a su lado, se levantó y me robó un beso. No me negué...
- Sabes que te quiero mucho, preciosa.- tomó fuertemente mis dos manos.
Me había levantado con la mejor imagen que existía en el mundo: mi chica... Ella se encontraba mejor y hoy le darían el alta. me despertó con muchas caricias, poniéndome muy felíz por tenerla, después de tanto tiempo, tan cerca... Al tomar su mano, sentí un metal en mis dedos, viendo que todavía tenía mi anillo puesto. Lo miré nada disimulada, haciéndola sonrojar. Le sonreí tan enamorado.
- Lo tienes todavía...- los ojos de Victoria brillaban más que un par de estrellas, con una paz tan envolvente, contagiosa...
- Joe, siempre lo tuve... ¿Dudas de tu promesa?- me desafiaba entre sonrisas.
Hice que lo pensaba, sintiendo como me pegaba con una almohada.
- ¡Joe! No seas tan malo... Eres un gran mentiroso...-
- Claro que no me arrepiento, al contrario, está más presente que nunca.- tomé su rostro entre mis manos y besé sus suaves labios con pasión, con mucho amor.
En eso, entra su madre algo seria.
- Hola Vicky...- la saludó con un beso, mientras su mirada me lastimaba de tan hiriente que parecía. No entendía su actitud ante mi.- Estás mejor...- le sonrió a su hija.
- Si mami...- Victoria se daba cuenta de lo que e hacía su madre...
En el pasillo:
Era la última vez que la revisaban a Victoria, estábamos todos esperando a que terminaran así llevarla a su casa.
Victoria tenía su casa pero últimamente estaba viviendo con su madre para cuidarla. Ella había pedido volver a su casa para estar tranquila y de paso, estaba conmigo un tiempo solos.
- No, yo no la dejo irse a su casa. Ella se viene conmigo.- estaba caminando con muchos nervios por todos los pasillos. Estaba discutiendo con Paula.
- Es decisión de ella, no tuya... Déjala... Ya tiene 21 años, Lucy... Tiene a su novio y a mí.- Paula le hacía frente, teniendo razón... Yo no podía decir nada porque no me conocía ella lo demasiado y no me quería pelear sin ninguna razón.
Salió el doctor en medio de la discución. Lucy lo detuvo, ya que todavía no sabía lo ocurrido con su hija. Él le dijo que era estrés solamente porque Victoria le había dicho que no le cuente que ella sola lo diría.
Con la ayuda de una enfermera me cambié y comí algo antes de irme. Joseph entró justo para avisarme que era tiempo de volver a casa...
Después de algunas escenas de mi madre por el hecho que me quería ir a mi casa con mi novio, en síntesis: secretamente mi comprometido, le molestaba...
No quise discutir y no le hice caso. Ella no entendía que necesitaba un tiempo a solas con Joe para hablar...
Llegamos a casa y decidí sentarme en mi sillón y descansar como me lo había dicho el doctor...
- Al fin en mi casa...- Joe se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos.
- ... Al fin solos...- esa mirada seductora me hacía estallar, pero cómo le decía: "Sabes... No podemos porque estoy embarazada... Aguántate."
Ni yo aguantaba, pero debía ser fuerte en la situación y en contarle sobre el embarazo.
Él besaba mi cuello y mis labios con dulzura.
- Te extrañé, amor...- me acorraló en el sillón.
Quería hacerlo, quería besarlo, estar con él... Pero el secreto me pesaba en la conciencia.
- Joe...- dije entre sus labios.- Tengo que hablar contigo...-
Él se detuvo y me miró atento.
- ¿Qué pasa?- me abarzó fuerte.
Respiré hondo...
- Si pasaba algo... por algo terminé en el hospital...- me pausé nerviosa.
- Habla amor...- me miró con una sonrisa sincera que me había matado.
- Bueno... Lo que te tengo que decir es sobre algo que tú me habías pedido...- estaba tímida.
Me miró confundido.
- Pasa que estoy.... suspiré.- Estoy embarazada de tí.- él se quedó tieso, mirándome entre algunas lágrimas, totalmente shockeado...
- ¿Y?¿Qué me piensas decir?...- me acerqué a él.
Me miró emocionado:- Que te amo...-
Este espacio es para toda persona interesada en expresar lo que siente hacia nuestra banda favorita y también para toda chico/a que quiera comentar o decir algo, hasta poder publicar alguna cosa que quiera. No es un sitio para insultar los ideales que conforman mi vida y este Blog, ni de los demás como no lo voy a hacer YO... Por favor, abstenerse a la agresión u comentarios ofensivos sobre lo escrito. Gracias por su atención y espero que LES GUSTE!♥
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa me muerooooooooooooo omjjj ooommmmjjjjj!!! Diossss moriiiii moriiiiii moriiiiii haaaaaaaa! siguelaaa siguelaaaaaa ♥_♥
ResponderEliminar